Actividades en boulogne sur mer

Si va a pasar un fin de semana o una breve estancia en Boulogne-sur-Mer, ya sea en familia o por motivos profesionales, no dude en dedicar algo de tiempo a visitar lugares emblemáticos de esta icónica ciudad del estrecho de Pas-de-Calais. Visitar Bulogne-sur-Mer es descubrir un patrimonio excepcional. Así que, si se pregunta qué hacer en Boulogne-sur-Mer, aquí tiene algunos consejos para orientarse.

El mar, pulmón económico y turístico de Boulogne

Debido a su posición geográfica entre dos mares (el Canal de la Mancha y el Mar del Norte), Boulogne-sur-Mer es una ciudad atípica en el paisaje provincial francés. ¿Sabía que es el primer puerto pesquero de Francia? Las aguas marítimas de Boulogne están repletas de peces que transitan de un mar a otro. Así, no menos de 35 000 toneladas de pescado pasan por el mercado de pescado, cada año, contribuyendo a la economía de Boulogne.

En la ciudad, podrá degustar el merlán, la especie más pescada por la flota de pescadores de Boulogne, pero también el lenguado o el rodaballo si le apetece. Los sabores yodados se llevan la palma, en Boulogne: en verano, aproveche las terrazas y pruebe la gainée, un plato local que mezcla pescado, verduras, cebollas y nata fresca.

El puerto deportivo es, junto con el mercado de pescado, el centro neurálgico de Boulogne. Situado en pleno centro de la ciudad, ofrece la posibilidad de amarrar su bote a una de las 600 anillas disponibles.

Por último, una de las mejores ideas para salir en Boulogne-sur-Mer es sin duda el Centro Nacional del Mar llamado Nausicaá. Una visita obligada para cualquier visitante, certificada como "Centro de Excelencia" por la UNESCO. Acumula récords: es el mayor acuario de Europa y –¡cierto!– el cuarto acuario más grande del mundo. Visitar Nausicaá significa conocer 58 000 animales del medio marino, en 70 acuarios. Nausicaá es mucho más que un zoológico marino, es un verdadero centro de sensibilización sobre los problemas del medio marino. Desde el nacimiento de los tiburones cebra hasta las tribulaciones de la gran manta raya, conozca al pingüino del Cabo o al león marino, y aprenda a cortar el coral. Es de resaltar la posibilidad de acceder a una piscina táctil, que favorece el contacto con los peces.

Dentro de la ciudad, lugares secretos para explorar

Como a cualquier visitante, a usted le gusta pasear por la ciudad y pasear según su estado de ánimo. Sus pasos pueden llevarle al Mercado Gambetta, uno de los más bellos de Francia. Es un auténtico mercado del terruño de Boulogne, ideal para todo buen amante de lo local que se respete y que desee descubrir las especialidades de este territorio.

La antigua ciudad de Boulogne-sur-Mer es fortificada: tras sus bien conservadas murallas del siglo XIII hay que ir a ver la Basílica de Notre-Dame del siglo XIX, erigida sobre los restos de la antigua catedral. La cripta, a su vez reciente y construida sobre los restos de la cripta medieval, se extiende bajo la superficie de la basílica. Contiene colecciones permanentes para admirar. En la ciudad amurallada, no dude en visitar el campanario, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, así como el castillo-museo.

Y si le queda tiempo, ¿por qué no caminar por el paseo Jean Muselet? Sus pasos le permitirán deambular por las tablas, entre el puente Marguet y el jardín del centro Nausicaà, mientras admira el puerto. Por supuesto, hay otras actividades en la Costa de Ópalo: pruebe la navegación en barco de vela, un paseo en bicicleta o incluso una excursión al mar...